TRABAJANDO EN EL CAPÍTULO 6.

lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 3. Yo.


Capítulo 3. Yo.

Aquella noche las pesadillas me atormentaron. Llegué a la conclusión de que no era feliz en Los Ángeles, por muy bien que me fuera en el trabajo, no me hacía feliz.

Cuando me levanté a la mañana siguiente, lo primero que hice fue tomarme una pastilla para el dolor de cabeza, ésta me iba a explotar de tanto pensar y de no dormir, encima tenía la entrevista.
Me duché, vestí y me recogí el pelo en un moño, me despedí de mis abuelos y salí hacia el trabajo.
Mientras conducía me comía una manzana que cogí antes de irme, tampoco quería desmayarme por culpa del hambre.
Aparqué el coche, crucé la calle y me di cuenta  que un coche negro se acercaba a mi a gran velocidad pero paró de seco a unos seis centímetros de mis pies, lo único que se me ocurrió hacer era gritar idiota y seguir mi camino.
Entré a la sala en la que me maquillarían y peinarían a su gusto. Después tuve una pequeña reunión con el equipo.

Me senté en uno de los sillones del decorado y empecé a leer las preguntas de la entrevista.
Sentí que alguien se puso delante de mí así que levante la mirada y allí estaba, mi milagro personal, la única persona que podía hacer que ése lugar me gustara, al menos un poco.
         Siento lo de antes –se disculpó.
         ¿A qué te refieres? –pregunté extrañada.
         A que por poco te atropello, pero no es de buena educación ir insultando a la gente por ahí, ¿sabes? –dijo divertido.
         Dios mío…eras tú…-contesté en un susurro casi imperceptible.
         Espero que no seas igual de explosiva en la entrevista –dijo mientras se sentaba en el sillón que estaba enfrente de mí.
Entonces me avisaron de que la entrevista estaba a punto de empezar.
Mis manos sudaban, mis labios estaban secos y tenía la sensación de que mi corazón iba a explotar de un momento a otro.
Comenzó la entrevista, él, tan natural y divertido bromeaba, en cambio, yo, nerviosa y torpe trabucaba palabras.

Pasaron quince minutos, treinta, cuarenta y cinco…Una hora y allí estaba yo, intentando sobrevivir al brillo y atracción de sus ojos marrones.

La entrevista terminó y yo necesitaba desaparecer de ahí, quería ir a la playa, pero alguien me detuvo agarrándome suavemente del brazo, siempre único, Michael.
         Parece que cumpliste lo que te sugerí –dijo llevándose las manos a los bolsillos de los pantalones.
         Sí, tampoco quería ser muy…agresiva, ya sabes, me limito a preguntar sobre el trabajo –contesté desviando la mirada.
         Todos empiezan así, hasta que descubren que mintiendo e inventando rumores se hacen más famosos y ganan más dinero.
         Hace unos meses yo quería eso mismo, pero ya no, estoy en medio de un conflicto personal entre mis principios y lo que más me conviene.
         ¿Sabes? no suelo fiarme de los periodistas, pero haré una excepción y te contaré un secreto –se acercó a mí y empezó a susurrarme al oído –debes seguir tus principios siempre, nunca te traicionaran, en cambio las personas que serán el medio por lo que conseguirás lo que más te conviene te traicionarán y herirán, si sigues tus principios perderás algunas cosas sin importancia pero no te harán daño.
Entonces se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida, pero se detuvo.
         Por cierto, ¿te apetece cenar esta noche?
Mi corazón se detuvo, mi respiración empezó a agitarse y miles de mariposas revoloteaban en mi estómago. Me llevé la mano al abdomen, intentando controlar aquellas mariposas.
Debía contestar, estaba esperando una respuesta pero había algo que me impedía hablar, así que, me limité a asentir.
         Mi chófer te recogerá a las ocho, en tu casa.
Tenía veinte minutos de descanso así que corrí a mi casa.
La ciudad me parecía más bonita entonces.
¡Cuántas luces empezaron a brillar en mi interior!¡Cuántas nuevas esperanzas surgieron en mi mente! Y todo gracias a él…pues era mi luz guía.
Y pensar que esa noche iba a cenar con él… ¿qué me pondría? ¿Qué diría? ¿Qué haría?
Tenía que ser lo más autentica que pudiese con él.
Debía bajarme de esos tacones, tenía que despojarme del maquillaje caro y la peluquería, tenía que ser yo, dejar de esconderme tras máscaras de superioridad y falsedad, tenía que volver a ser esa chica fanática de Los Beatles a la que le gusta cenar ensaladas mientras ve una buena película antigua sentada en un sofá.

Descansé durante aquellos veinte minutos tumbada en la cama y con la mente en un sitio que ni yo misma sabría decir cuál era.
Al volver al trabajo sólo pude pensar en él, hablar de él e imaginar cómo iría aquella cena.
Shannon y Helena acabaron cansándose de mí ese día.
Entonces llegó la hora de prepararme…
Quería mostrarme a mi misma, sin máscaras.
Quería enseñarle que no era la chica que decía o aparentaba ser.
Quería que me quisiera.

Ni tacones. Ni vestidos caros. Ni kilos y kilos de maquillaje. Ni un peinado perfecto. Ni joyas preciosas y de un valor enorme.
Sólo yo, yo y mis torpezas, yo y mis virtudes, yo y mis miles y miles de defectos…Yo y él.

Y es que me sentía yo misma con él, sentía que podía ser yo y que no me juzgaría porque me gustara Frank Sinatra o quedarme horas y horas viendo estrellas por un telescopio.
Sentía que de algún modo me pertenecía, pero estábamos tan cerca y tan lejos a la vez que parecía que entre nosotros se extendían miles de galaxias.

Al terminar de arreglarme me miré al espejo y ahí estaba yo, con mis ojos verdes, mi pelo largo y ondulado de color rubio y mi sonrisa quizás no era perfecta pero, estaba contenta con ella.
Y sonó el timbre…


Y aquí esta el capítulo 3.
Espero sinceramente que os haya gustado.
Estoy empezando a encariñarme a estos personajes ¿sabéis?, aún estoy matizando la historia y pensando en el próximo capítulo que ya he empezado a escribir, pero que no subiré hasta que lo considere perfecto para vosotras.
Creo que el siguiente capítulo será especial, la primera cita de Michael y Amy.
En cada capítulo iré dejando trozos de la personalidad de Amy, quiero que la conozcáis, que sepáis de sus sentimientos e inquietudes, que sintáis lo que ella siente, que seáis Amy.
Y no creáis que todo será color de rosa, no, todo no será tan fácil como en estos tres capítulos, la historia acaba de empezar.


Se avecinan capítulos más largos por lo que la espera será prolongada, pero que los capítulos sean largos conlleva más dosis de sentimientos y sensaciones y estoy intentando crear la mejor historia de mi vida, sólo para vosotras.


Os quiero.


Gracias por leer,
Att. Nicki Dreamer.

1 comentario:

  1. Aaaww! :3 Me ha encantado!
    Sabes? No se si haya dicho esto antes, pero me encanta como escribes. Tienes una manera muy especial de hacerlo que va atrapandome poco a poco.

    Y me has dejado desesperada por leer el siguiente capitulo!
    Espera prolongada? Eso no! Ya quiero seguir leyendo!

    Y, perdon por no haberlo hecho antes, pero te agradezco que hayas leido mi novela, es un placer que te haya gustado.

    Saludos, y besos! :)

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